Este texto va dedicado para ti abuelita Rosa, extraño tomar café todas las tardes contigo, extraño que me preguntes por la hora a la que va a llegar mi hermana, extraño que me digas Pucho y que me hagas bromas, cada mes que pasa desde tu fallecimiento se siente más el vacío, ya se acerca Navidad y voy a extrañar escuchar villancicos contigo como lo solíamos hacer, te quiero abuelita, que no daría por volver a tomar el café contigo.
Atentamente: Boris (Pucho)
Atentamente: Boris (Pucho)
Café con amor
Son las cuatro y media de la tarde,
Escucho su dulce voz llamándome,
El café más delicioso del mundo está servido,
Café endulzado con su amor.
La alegría es total,
Mi corazón está agradecido,
Con infinita ilusión me preguntas “¿A qué horas viene tu hermana?”
Café con amor.
Un sorbo de esperanza,
Anhelando volver a verte,
Extraño el sabor del café endulzado con tu amor.
Los meses pasan y el vacío se hace cada vez más grande,
Tu bondad nunca tuvo límites,
Recuerdo claramente cuando me dijiste “Pucho te quiero mucho”
En los instantes que tuve miedo corrí hacia ti para sentirme seguro,
Tú me enseñaste que no hay nada mejor que estar en casa,
La paz que transmitía el aroma del café endulzado con tu amor.
2 comentarios:
Precioso homenaje a tu abuela, Boris. Sin duda era una mujer entrañable. Es lo malo de las abuelas, que cuando las conocemos ya son muy viejecitas y su amor nos dura poco, aunque su recuerdo en el corazón sea eterno.
Un fuerte abrazo
Hermoso post...cierto es que no hay nada como estar en casa, y también que no hay nada mejor que saber convertir cualquier lugar en 'casa' y endulzar todos los cafés con amor (que la amargura ya se la pondrán ciertas situaciones de la vida...)
Lindo homenaje que hace grande tu corazón ;))
Pongo en tu blog una estación.....
Un abrazo!
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